22 de enero de 2011

"Windowpane"

Lamento no haber renovado durante estas casi 2 semanas, prometo esforzarme en la elaboración de la entrada de hoy. Además, algo me dice que la música recién adjuntada al blog (lo suyo me ha costado -.-) me servirá de inspiración. Vamos a ello:

A través de la ventana

"...Había pérdido la noción del tiempo por completo hasta el punto de resultarle imposible determinar cuánto tiempo llevaba asomado al panel de cristal, embelesado por el mundo exterior. Fuera de su triste y oscuro cubil, las gentes transitaban la ciudad, atendiendo a sus propios quehaceres y compromisos. Los había nerviosos y apresurados que no se despegaban de las agujas del reloj de pulsera, al que maldecían  sin remisión pero la gran mayoría  paseaba relajada y animada, bebiendo de las agradables luces que el inminente ocaso estaba proyectando a modo de réquiem solar.

Contemplar el mundo exterior era su máximo (y único) placer. Lo llevaba practicando desde hacía tantísimo tiempo, que más que su juego, se había convertido en su deporte.

Sonrió con la demencia reflejada en las comisuras de sus labios al repetirse por enésima vez que ellos no eran conscientes de que él les estaba observando. Es más, con casi total probabilidad, no sabían siquiera de su existencia. Eran ajenos a él y eran presa de sus atentos ojos. Estúpidos ignorantes.

 Desde su obervatorio particular, no existía  gesto lo suficientemente imperceptible, ni roce lo suficientemente bien disimulado como para burlar sus sentidos. Estaba seguro y a salvo en su santuario, donde era libre de visulumbrar, de advertir, de estudiar a su bullicioso enjambre. . De memoria conocía ya todos los tipos de besos existentes, todas las expresiones, andares, miradas y pensamientos que formaban parte del día a día de sus vacías marionetas.


Aquel día, como todos los anteriores, había tomado las precauciones ocasionales: Se había guarecido tras la tela de la cortina cuidadosamente, de modo que si a alguno de los "ajenos" le daba por alzar la vista con la intención de detectarle, difícilmente lo conseguiría.

Rió a carcajadas: Se sentía como un Dios inalcazable que vigilaba todas las palabras, pasos y acciones de sus fieles. Se compadeció de ellos por una milésima de segundo, pero pasado un instante se reafirmó en su postura: "Eligieron la forma errónea de vivir".

Él había renunciado largo tiempo atrás a su vida "individual" en pro de ser lo que ahora era: un contemplador, un Dios. Mientras que ellos sólo eran dueños de sus respectivas vidas, él era amo de todas ellas. A lo largo de los años, su actividad se había ido transformando en un ritual al que había dedicado su valioso tiempo y esfuerzo. Apuntaba todo atisbo de intérés en su libretas, dibujaba las caras y figuras de los ciudadanos y compilaba toda la información para aprenderla y revisarla de noche a la luz de las velas.

De pronto, algo captó su atención poderosamente por primera vez en meses. Emocionado, comenzó a buscar el hallazgo que había hecho saltar la alarma de sus sentidos. Hizo un barrido exhaustivo con sus ojos y finalmente dió con la causa de su éxtasis.

Una muchacha desconocida.

Se le detuvo el pulso por un segundo. Estudió sus delicados rasgos, su pelo castaño largo y sus ojos verdes con énfasis. Recorrió la forma de su cuello, sus pómulos de porcelana, sus pestañas, su pequeña nariz, sus esbeltas piernas, sus brazos, sus hombros, su forma de andar... Sin resultado.

A gran velocidad, se separó de la ventana y comenzó a pasar impacientemente las páginas de la libreta titulada "Mujeres: 15-20 años" y comenzó a comparar las caras dibujadas por él mismo con la de la desconocida. Ninguna coincidía.

Su corazón, detenido hacía apenas unos instantes, ahora golpeaba contra su pecho con una fuerza insospechada. Hacía mucho tiempo que no veía una cara nueva y menos una tan hermosa.

Observó la suavidad de sus formas, y su belleza prematura sin perder el más mínimo de los detalles. Ya no era una niña, pero todavía no era una mujer. Era sin duda el espécimen más delicioso que había contemplado a lo largo de los años y eso a su vez se convertía en el acontecimiento más importante de toda su vida. Por primera vez, todo lo demás desapareció de su mente. El espacio vacío se rellenó súbitamente con su imagen: su tez, sus delicadas humanas, su jovial andar, su cautivador parpadeo...

Se sintió ridículo de pronto: se recordó a los muchachos  que caminaban de la mano con otras chicas a los que miles de veces había espiado con curiosidad y algo en su fuero interno sintió miedo por la nueva sensación que estaba experimentando todo su ser.

Tragó saliva y trató de ser dueño de sus emociones pero se vio incapaz. La sóla presencia de la desconocida estaba provocando en él más felicidad que toda la que le había proporcionado estudiar y analizar a sus marionetas. ¿Qué había estado haciendo durante tantísimo tiempo...? Pensar que podría haber dedicado todo ese tiempo a buscarla a ella... Sólo entonces entendió que el motivo de dedicar su existencia a observar había sido el de encontrarla a ella.

Estampó la frente contra el cristal hasta hacerse daño. Había malgastado su vida, su juventud, su persona y humanidad... ¿Para qué? Para nada.
Tratando de aparcar a un lado sus turbulentos sentimientos, volvió a dirigir la mirada hacia la desconocida. ¿Cómo podía tanta perfección estar contenida en un sólo ser...? Cuanto más se deleitaba con ella, más en paz se sentía consigo mismo. Comenzó a sonreír sin darse cuenta y a sentirse dichoso de haber dado con ella.

Justo en ese momento, ella alzó la vista hacia él. Sus ojos se encontraron durante apenas un momento, pero fue el más importante de su vida. De nuevo su corazón se olvidó de latir. No solo era la primera vez que le observaban a él, sino que era la primera vez que le miraban unos ojos tan hermosos. Ella le dedicó una gentil sonrisa en sus labios, sólo para él.

Nadie lo vió venir: sólo el chirrido de los neumáticos anunció el  súbito frenazo del automóvil.

El cuerpo sin vida de la desconocida salió proyectado a gran velocidad metros más adelante, tiñendo el pavimento de carmesí.

Reaccionando al instante, sin tiempo para pensar, abrió la ventana por primera vez y el abatir de los goznes oxidados le recordaron al accidente, pero ya poco importaba.

Ya fuera para reunirse con sus bienamadas marionetas, ya fuera para poner fin a su existencia sinsentido, ya fuera para contemplar por última vez a su amada, de un salto se precipitó al vacío."



 "Cuando te has marcado un  objetivo,

conseguirlo es el placer de la victoria.

Algún día llegará la derrota:

No te lamentes"

4 comentarios:

  1. Dios... que pedazo de entrada. Enhorabuena por tu recién adquirida música en el blog y una vez más, gran sentencia final; más con la imagen de tan logrado pj.

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  2. Graccie tanto a ambos. Significa mucho para mí que os guste ^^ . Para estar a vuelapluma, no está del todo mal: es mejorable en algunas estructuras y palabras repetidas pero creo k la música de Opeth y la imagen que encontré me prestaron algo de fuerza :). Espero que los signores tmb renueven entradas!!

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  3. wao... s increible, a vr si sigues asi eh! :)

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